A mis 30: Relato

Mami, perdona por no recordar la hora en que me diste a luz, sabes que nunca tuve mucha cabeza para esas cosas. Bueno, para tí, el hecho de que no tuviese mucha cabeza, te vino hasta bien en ese momento, jajaja!!

Bromas aparte, tengo la sensación de estar volviendo a nacer. Parece que estos primeros veintinueve años han sido un entrenamiento (con clasificación y todo) previo a la gran carrera que comienza ahora. No tengo la pole, pero tampoco salgo mal situado. Eso sí, quiero subir a lo más alto del podio... en todos los sentidos.

Es ahora cuando empieza lo bueno. No se exactamente qué es lo que es, pero sé que viene ahora.
Y mirándome un poco el ombligo, puedo decir que me enorgullece ver en lo que me he convertido hoy día. Sí, tengo mis días, como todo el mundo, pero incluso entonces, me alegra saber que soy yo mismo.

Ahora, vienen proyectos, ideas, ilusiones, esperanzas, acciones y pensamientos... todos ellos guiados por un destino que decidí (hace poco) coger de la mano... para no ir a tientas más que nada.