domingo, 2 de junio de 2013

Creo en un abrazo que crea


Un abrazo convierte dos cuerpos en solo uno y no hay sitio para nada más que para las manos que pueden ser mimosas o tramposas.
Cuellos que se rozan y labios que pueden susurrar o posarse en una piel tan sensible que concibe estremecer.
Pecho contra pecho que origina que los corazones busquen el mismo compás, quizás nervioso, quizás reposado, pero nunca imperturbable.

Y cuando infundas ese cariño, ansío que el abrazo se convierta en caricia, que siendo menos cercano, alcanzo a comprender es a la vez más íntimo porque es más profundo.

Dos besos que mudan a uno pretendiendo que en el siguiente pueda incluso notar tu respiración.

Un abrazo que crea una caricia que crea un beso... que creer, creo que crea.

domingo, 26 de mayo de 2013

Hazlo tuyo


Llega un momento en el que tardo en darme cuenta de tu mirada menos de 3,34 ns (nandosegundos). Es lo que tarda la luz en recorrer un solo metro.

Alrededor de esos ojos y en los extremos de tu boca te expresas con 17 músculos al sonreír. ¿En tiempo? 0,01 segundos es lo que tardas en sentir que quieres sonreír... y multiplicas por mil mi tiempo al disfrutar tu sonrisa.

Pero esas son constantes universales y precisamente lo que me gusta de ti es que conviertes el tiempo en algo más duradero y contradices a la física haciendo que se pare el tiempo y se acerquen las distancias.

Porque si el tiempo fuese espacio, lo harías cercano. Y cuanto más tiempo, más cercano estoy. Y cuanto más cercano estoy, más tiempo quiero dedicar a acercarme (y más a quedarme).

Y la física de tu físico convierte mis constantes (vitales) en variables incontrolables al querer que la luz que nos separe, no se pueda ni medir y que sean 34 los músculos que muevas con tu boca... ¿sabes para qué?

sábado, 11 de mayo de 2013

La "culpa" de una promesa



Cuando las mañanas se convierten en unos buenos días porque no queda otra.
Cuando las buenas noches aunque se deseen, pasan a ser sólo noches por la oscuridad.
Una sonrisa que buscas en una foto es porque la buscas en el espejo.
Una canción que sale mitad del corazón, mitad del estomago, porque tenías la voz atrapada nosesabedonde.
Y fluye la palabra acallada por los tiempos cuando más que soñar, pretendías.
Palabras... que no son palabras cuando se convierten en magia pura porque vienen de donde vienen.
Y no se esconde una ilusión bajo el mar porque no es ni siquiera azul.
Un destino donde se sueña con brisa, polvo del camino y sol que dore lo que no acaricio.
Cuando las noches se convierten en mañanas ansiosas porque tus ojos vean la luz que refleja aquello que ni imaginabas.
Y se une la sonrisa, la canción, la palabra y la ilusión porque el destino te lleve a ese destino.

Escribir 'Volveré' en la arena... y volver