viernes, 17 de abril de 2009

El otro lado de la cama


En cuestión de nueve días he amanecido en cinco camas diferentes. Unos días con el pie derecho y otros con el pie izquierdo... más que nada por la situación del somier.
Unas doce chicas me han dado un número de teléfono. No he almacenado ninguno, ni en mi memoria, ni en la tarjeta de mi móvil.
Hemos conversado, comido, bebido, ... hemos reído, incluso puedo llegar a decir que he conseguido que alguna se ruborice.
He quedado con casi todas ellas para vernos otra vez (individualmente o en grupo) sin tener siquiera la certeza de que vaya a volver a hacerlo con alguna.

A algunas de ellas ya las he vuelto a ver, ya sea por mi iniciativa o por la de ellas, o simplemente por los caprichos del tiempo, azar o destino.
En estos últimos nueve días sólo he soñado con una de esas doce... esos días me levanté con el pie derecho. Ya tenía su teléfono. Hemos comido, bebido y reído... del rubor no digo nada.

Podría seguir cambiando de cama, pero he de decir que mi lado de la cama (así ha sido siempre) es el lado izquierdo y, aunque me levantase con ese mismo pie día tras día, quiero ese lado de una sola cama, para hacerlo perpetuo.

No hay comentarios: