jueves, 22 de octubre de 2009

La violadora de mis líneas


Fiuuu, fiuuu!! El ruido del ventilador del ordenador hace que vuelva en mí. Lleva ya varios días encendido... casi tantos como yo. Eso mismo me decía mientras me frotaba la barba de tres días con la palma de la mano.
Setenta y dos horas sin dormir. Todo un record para un dormilón como yo. Pero no podía hacer nada para remediarlo. Cientos de ideas me venían a la cabeza sin parar. Por fin el hilo que llevaba tiempo buscando para seguir con mi libro. Había pasado de llevar cuatro míseras hojas a tener ya entre mis manos algo más de un centenar.

Apareciste en el salón con mi camisa puesta a medio abrochar. Una taza de café en una mano y un cacao para ti en la otra mano. Como siempre, descalza, contoneándote como tú solo sabes hacer. Me besaste en el cuello mientras posabas mi expresso sobre la mesa. Mis manos te volvieron a buscar y te senté en mis rodillas para devolverte en el mismo sitio tu beso (sé que te encanta).

Ese beso siguió una flecha invisible que me llevaba a tu boca... un botón. Seguían las flechas de nuevo a tu cuello... otro botón... e hice una parada en tu pecho. Sexo escrito y lenguaje oral... y viceversa. Pasamos de follar a hacer el amor... y viceversa.

Y ambos desnudos, seguimos deshilando la historia del libro. En la misma silla, mientras me abrazabas con las piernas, me preguntaste: -¿Qué ha ocurrido para que escribas ahora de esa manera? -Tu -dije yo.

2 comentarios:

a dijo...

Creo que ya te lo comenté en su momento...me tienes atrapado...hay días que no, pero normalmente es el primer feed que leo ;-)

Sigue así cigüeño!!!

Estaría bien tomar un día unas birras...a ver si me animo y me doy un paseo por el sur...que hace mucho que no lo disfruto...
Saludos...
a.

Nando Calleja dijo...

Jeje, me alegro de tener "enganchaos" al blog.

Arturo, sabes que eres bienvenido en mi casa... esté donde esté (ya que sé que es difícil seguirme la pista)