miércoles, 27 de mayo de 2009

Tratamiento para Nuria: Darío en vena (y IV)


- Sabes ya quién eres, ¿no? - sonaba fría
- ¿A qué te refieres?
- Sabes que necesito tu ayuda. Ya te explicó Maya lo de tus sueños y ya sabes lo que me pasa. Me muero y sólo tú puedes ayudarme. Siento haberte engañado, haberme querido acostar conmigo solo para estar cerca de ti, pero necesitaba tenerte a mi lado para que pudieras soñar conmigo. Necesitaba que te enamorases de mí.
Yo, seguía callado esperando una explicación completa
- Pero hay algo... - Nuria proseguía - hay algo que deberías saber. No quiero engañarte Darío. No quiero hacerlo porque, incluso conociendo los riesgos, me enamoré de ti.
De repente sentí una fuerte sensación en el estómago. Noté como se me encogía la garganta, el pecho, el estómago y el vientre en una sensación secuencial. ¡Yo también estaba enamorado de ella! Supongo que en otra ocasión hubiese sonreído hasta los límites de mis comisuras, pero en ese momento, preferí callarme y dejar que Nuria concluyese.
- Dime... - es todo lo que logré articular
- Necesito que vengas a casa de Maya. Necesito que te acuestes conmigo y duermas a mi lado. Mi alma se muere y yo me muero con ella - logró terminar esta última frase entre sollozos. Acto seguido, colgó.

Estábamos sudando, desnudos, el uno pegado al otro. Nuria tenía varios mechones empapados de su cabello pegados en la cara. Casi lo mismo pasaba con mi pelo completamente despeinado y alborotado. Nos mantuvimos varios minutos en silencio. Yo recorría su cuerpo humedecido con la punta de mis dedos y ella guiaba con sus yemas mis pequeñas gotas de sudor por la espalda. El cansancio, la calma, ... hicieron que me quedase dormido.

- ¡Ayúdame!- oía gritar a una conocida voz. Una claridad absoluta impedía que divisase quien era realmente. Solo vi acercarse una silueta con el brazo extendido. Ofrecí mi mano como guía.
- Estás aquí. Me alegra que hayas sabido llegar. Ahora, puedo explicarte algo...
Era Nuria la que hablaba. No podía verla, pero podía sentirla.
- Has conseguido que nos veamos en mi alma - proseguía -. Solo por eso ya estoy feliz y te lo agradezco, nunca mejor dicho, en el alma. Ahora, necesito que seas puro y fuerte. Algo está destruyendo mi alma y solamente tú puedes solucionarlo...
Súbitamente desapareció su silueta aunque seguía sintiendo la sensación del tacto de su mano. El blanco refulgente seguía impidiéndome ver nada. Solo... solo un pequeño punto de color rojo destacaba en el claror. Me fui acercando, lentamente, a aquel punto sobresaliente, hasta que pude divisar lo que parecía otra silueta que yacía en el suelo.
- Te odio, te maldigo, ... - decía aquella silueta.
Pude ver que el rojo que distinguía desde lejos era sangre que manaba de dicho cuerpo. Un acto reflejo hizo que me acercase a socorrerlo. Pude ver que ese cuerpo estaba boca abajo así que me dispuse a darle la vuelta.
Mi corazón empezó a latir a 200 pulsaciones e incluso empecé a notar que me faltaba el aliento y me mareaba. No podía creerme que ese cuerpo... ¡era el mio!
- Te odio, te maldigo, ... - seguía repitiendo. La sangre provenía de sus manos, que escribían arañando en el suelo las palabras que iba repitiendo.
Al percatarse de mi presencia, pude ver como esa figura abría los ojos hasta el punto de casi salirse de sus propias cuencas.
- ¡Tú! ¿Qué haces aquí? - me preguntaba.
- He venido a salvar el alma de Nuria - solté increíblemente seguro de mi mismo.
- No podrás conseguirlo. No podrás hacerlo porque soy yo el que está destruyendo su alma y tendrías que matarme. Y puesto que yo soy tu...
Noté un escalofrío que recorría toda mi columna y erizaba todo mi vello. No lograba entender aquella situación. ¿Cómo podía estar yo matando a Nuria? ¿Cómo el que parecía ser su salvador era a su vez su verdugo?
Entonces pasaron por mi cabeza todos los momentos que había compartido con Nuria desde que la conocía. Pero... no recordaba haberle hecho daño y sin embargo sí se lo había hecho. Hubo un momento en que ella comenzó a quererme...
- "Requerirá sacrificios y mucha, mucha fuerza por tu parte" - recordaba las palabras de aquella niña del hospital.
Noté como unas cuantas lágrimas brotaban de mis ojos. No podía creer que yo mismo fuera el causante de la muerte de Nuria. No... ahora no... que la quería tanto.
- Debo matarte - logré articular hacia esa figura, hacia mí mismo, que seguía apostado en el suelo.
- No lo harás. No te atreves. Solamente si quisieras a esta chica lo suficiente como para...
¡¡Paaamm!! el golpe que le asesté retumbó durante poco más de un segundo en aquel vacío. A la vez que parecía que aquella figura parecía desvanecerse mis manos comenzaban a sangrar, como lo hacían las de mi "otro yo". Empezaban a faltarme las fuerzas para sostenerme en pie. Me derrumbé al suelo. El corazón comenzaba a latir más lentamente. El riego sanguíneo comenzaba a faltar en el cerebro. Sabía lo que ocurría en estos casos... lo veía todos los días en mi trabajo.
Sin fuerzas... me desmayé.

Me notaba dolorido. Notaba mi cuerpo tumbado y no tenía fuerza alguna para mover piernas o brazos. Quise erguir la cabeza, pero no pude. Sin embargo, conseguí sacar fuerzas para abrir, poco a poco, los ojos.
Empezaba a vislumbrar una cara, aún demasiado borrosa para distinguir de quién. Al ir enfocando, pude ver a Nuria con una cara que mezclaba sentimientos de miedo, pena y alegría, mucha alegría.
- Si has conseguido volver aquí, debe ser que me quieres mucho - me decía muy suavemente.
- Solo un poco menos de lo que tu me debes querer a mí - contesté esbozando una pequeña sonrisa.

---------------- FIN ----------------


(Podéis encontrar las entregas anteriores en los siguientes enlaces: parte I; parte II; parte III. Espero realmente que os haya gustado)

2 comentarios:

a dijo...

Voy a tenerlos que leer los 4 del tirón..que ahora ando perdido e inmerso en otros "temas" y no tengo tiempo de leerlos...mi valoración ya es positiva, pero cuando los relea te doy la definitiva...lo quieres en modo "crítica constructiva" o "adulación ciega"???

Nando Calleja dijo...

Sí, yo creo que es mejor leer los 4 de ltirón. Incluso yo me he perdido escribiendo los 4 de forma independiente.
Ah! por favor, "crítica constructiva"!