martes, 24 de febrero de 2009

Taxi libre en 20 minutos


Conozco a un taxista que no es multado por hablar por el móvil (bueno, sí, pero no es el caso). A él le multan por llevar un boli (bic cristal de tinta negra) y una taxi-libre-ta en las manos.
(D)Escribe de forma espectacular el SER de sus clientes (sorry, usuarios). Tiene un espejo retrovisor que le va chivando como si un tomógrafo del alma fuese.

Un poeta circulando y circulante que intenta recomponer el puzzle de la capital, formada desde las líneas discontínuas hasta las contínuas estrellas.
Créeme, merece la pena entrar en su taxi nilibreniocupado. Mientras no le veas el cogote a menos de 1 metro... es gratis!! (sólo hay que pagar con comentarios en sus posts).

Yo llevo ya 35 folios estudiando sus lecciones y sólo cuando acabe con el tema de 'Introducción al taxismo' (es que voy con la "reverse" puesta), estaré preparado para presentarme a las oposiciones en la Universidad Asfásltica de Barcelona (U.A.B.)

Por supuesto, la entrada va dedicada a un Simpulso de corazón.

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