Pan Gu, creador de la tierra y del cielo

Mucho antes del nacimiento de la Humanidad, el cielo y la tierra

eran una sola cosa; los cuatro puntos cardinales no eran más

que un zumbido sordo, parecido a un huevo inmenso.

Fue dentro de ese huevo donde nació Pan Gu, el ancestro del Hombre.
Pasaron 18.000 años. Pan Gu, extraordinariamente poderoso

y con una fierza ilimitada, de pronto despertó. Ciego, en un suspiro

agarró una hachuela y, con un ruido ensordecedor, rompió el huevo

que lo envolvía.
Entonces, los pedazos brillantes y ligeros levantaron el vuelo y formaron

el cielo, mientras que otros pedazos, pesados y espesos, caían lentamente

y formaban la tierra.
Así fue cómo se formaron el cielo y la tierra. Pero, al ver la fuerza

con la que se había formado, Pan Gu tuvo miedo de que volvieran a juntarse.

Y empujó la tierra con ambos pies y el cielo con la cabeza.
Firme como las raíces de un árbol, Pan Gu se mantuvo de pie entre el cielo

y la tierra, hasta el día en que el cielo y la tierra ya no pudieron expandirse más;

entonces Pan Gu se dejó caer y murió.