jueves, 5 de noviembre de 2009

Sensibles a la luz de la fotografía


Hay culturas que piensan que cuando se les hace una foto se les roba un pedazo del alma, un cachito de vida.

Y nada más lejos de la realidad. Seas fotogénico o no (yo soy de los que no), cuando miras una fotografía, eres capaz de recordar el olor, el sabor, en fin... el feeling de aquella situación.
Tenías el pelo más largo, estabas más gord@, vestías una ropa que no volverías a ponerte en tu vida, ... pero eras tu.
Tenemos fotos para presumir de que "sí, yo estuve allí". Hay fotos secretas, cómplices, fotos de grupo o 'autofotos' frente al espejo. Fotos con gente que no volverás a ver en tu vida y otras con la gente que aún te rodea. Incluso podría jurar que sigues guardando esa foto borrosa, donde no se ve nada de nada, simplemente porque te hace gracia recordar el momento en que saltaba aquel flash.

Yo hoy te pido que sigas haciéndote fotos. Que poses y que intentes ser espontáne@. Que te hagas fotos riendo, llorando, sol@ y con gente... que guardes todas ellas. Te pido que me las enseñes y que disfrutes haciéndolo, mientras cuentas con una sonrisa la anécdota de aquel momento. Yo hoy te pido que mires esas fotos de vez en cuando, que recuerdes los buenos momentos y que aprendas de los malos.

Hazte fotos y compártelas. Ríete de ti mismo. Sueña con la foto que más deseas hacer... y hazla.
Hazte también una foto que nunca revelarás. Quién sabe si algún día, cuando ya no estés, saldrá a la luz esa misma foto y alguien sonreirá recordándote.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo quiero ver las tuyas...

Nando Calleja dijo...

Las mías te las enseñare... y si eres quien creo que eres, mis fotos serán tus fotos ;)