domingo, 26 de mayo de 2013

Hazlo tuyo


Llega un momento en el que tardo en darme cuenta de tu mirada menos de 3,34 ns (nandosegundos). Es lo que tarda la luz en recorrer un solo metro.

Alrededor de esos ojos y en los extremos de tu boca te expresas con 17 músculos al sonreír. ¿En tiempo? 0,01 segundos es lo que tardas en sentir que quieres sonreír... y multiplicas por mil mi tiempo al disfrutar tu sonrisa.

Pero esas son constantes universales y precisamente lo que me gusta de ti es que conviertes el tiempo en algo más duradero y contradices a la física haciendo que se pare el tiempo y se acerquen las distancias.

Porque si el tiempo fuese espacio, lo harías cercano. Y cuanto más tiempo, más cercano estoy. Y cuanto más cercano estoy, más tiempo quiero dedicar a acercarme (y más a quedarme).

Y la física de tu físico convierte mis constantes (vitales) en variables incontrolables al querer que la luz que nos separe, no se pueda ni medir y que sean 34 los músculos que muevas con tu boca... ¿sabes para qué?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quien puede tener el Don de parar nuestro tiempo? Sólo el amor verdadero! Una sonrisa de ese amor puede parar hasta a la misma Luna en un campo lleno de estrellas! Pero a veces la rutina no nos deja verla o sacarla! Sólo hay que creer...creer y arriesgar, para que todo fluya...el tiempo, la sonrisa, la Luna y las ganas incontrolables de unirlo todo!