jueves, 8 de enero de 2009

Descubriendo a Minah

Allá donde internet deja de ser individual y frío, donde aparecen personas que no máquinas, donde sueñas, donde incluso sientes las manos que teclean “al otro lado”… allá se encuentra Minah.
No me atrevo a llamarla amiga, siquiera conocida. Sin ella saberlo, ha estado conmigo. Espero que siga estando.

Es natural, espontánea, rebelde, sensible (ella diría hipersensible). Es cañera. Es melómana y poeta.
Es picante. Relata el sexo como si “fantasías didácticas” fuesen.
Su sentido del humor… tiene su personalidad propia.
Unas cuantas personas la siguen a donde va. No son apóstoles ni discípulos, pero tampoco extraños.
Os doy un consejo: no le deis consejos ;)

Conocedla, y veréis de qué modo tan maravilloso os abre su “corazón de alcachofa” (flor, que así que le quitas unas hojitas, ya tienes su corazón desnudo)

Esto último lo leí de ella. Como no soy capaz de contestar a eso con mis propias palabras, usaré las de Neruda: “La alcachofa de tierno corazón se vistió de guerrero; erecta, construyó una pequeña cúpula, se mantuvo impermeable bajo sus escamas...”

(Por cierto, esta entrada está dedicada a Minah. A partir de ahora, podreis acceder a su blog desde mi apartado de "Tambien leo:")

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